PRESIÓN SONORA

Cuando se produce un sonido, la presión del aire que nos rodea cambia levemente según avanza la onda de propagación, aumentando y disminuyendo en pequeñas fracciones de segundo.

Esta diferencia instantánea de presión debida a la onda sonora se llama presión sonora.

La presión sonora tolerable es muy pequeña comparada con la presión atmosférica. Una presión sonora mil veces menor que la atmosférica nos provocará dolor en los oídos e incluso riesgo de pérdida auditiva. 

 

NIVEL DE PRESIÓN SONORA

Existe una correspondencia entre la presión sonora y la intensidad. En breve, resulta que la intensidad varía con el cuadrado de la presión. Esta relación nos permite  utilizar el nivel de intensidad como valor (en dB) del nivel de presión. Así que la tabla de niveles anterior puede interpretarse bien como niveles de intensidad, bien como niveles de presión.

Sin embargo, hay que aclarar las siguientes diferencias:

En esta escala, 0 decibelios significa el valor de la presión más débil que nuestros oídos pueden detectar. A partir de aquí, cada vez que la presión se multiplica por 10, se añaden 20 decibelios al nivel. Por ejemplo, un sonido que ejerce una presión sonora 1.000 veces más grande que otro tendrá un nivel de presión sonora 60 decibelios mayor.

Míralo de este modo: una subida de 6 dB equivale a multiplicar por 2 la presión sonora. Así que  56 dB representa el doble de presión que 50 dB.

Presión atmosférica y presión sonora


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